Propiedades de una raqueta

¿Cómo influye en el juego las características de una raqueta?

PESO: El peso es uno de los condicionantes fundamentales a la hora de elegir raqueta. Determinará la amplitud y la velocidad del SWING. Cuanto más pesada sea una raqueta, más fuerza precisaremos para moverla y transmitirá menos vibraciones hacia el brazo. Las raquetas pesadas generan más potencia, proporcionan mayor control direccional y transmiten menos vibraciones. Sin embargo, como contrapartida, son menos manejables. Si no somos capaces de desplazar con la misma velocidad la raqueta condicionados por su mayor peso, todas las ventajas que potencialmente ofrecen desaparecen. La clave será conseguir mantener la velocidad y la amplitud del SWING aumentando el peso en la raqueta. 

BALANCE: El balance de una raqueta viene determinado por la distribución del peso en la misma. Si el punto de equilibrio se haya desplazado hacia el extremo opuesto de puño, la raqueta es pesada de cabeza. Si somos capaces de mantener la velocidad y amplitud del SWING este tipo de raqueta genera mayor potencia porque el centro de masa se desplaza hacia la zona del impacto;  la presencia de masa también hará disminuir el shock, transmitiendo menores vibraciones al brazo, disminuyendo así, la probabilidad de lesiones. El balance también condiciona el swingweight, que se podría explicar como lo pesada que se siente la raqueta al moverla, si el peso se distribuye más hacia la cabeza, el swinweight será mayor, y por ende será menos manejable la raqueta, lo que nos llevará a una menor velocidad. Dos raquetas con el mismo peso pueden tener swingweight diferentes ya que el balance entre una y otra hace la diferencia, nuevamente, la clave es elegir una lo suficientemente pesada para tener manobriabilidad y control, pero sin perder velocidad, por eso es fundamental probar una raqueta antes de comprarla.

INERCIA: Este concepto está en íntima relación con los parámetros peso y equilibrio. Podemos afirmar que es un compendio de ambos. Un jugador puede tener dificultad en distinguir dos raquetas con un swingweight idéntico pese a que el peso sea radicalmente distinto. El comportamiento de las a raquetas con un mismo swingweight se percibirá en la mano del tenista de un modo muy similar.

AREA: El área de marco es la superficie de golpeo. Las raquetas ofrecen variadas áreas de marco que oscilan entre llas 90 y 120 pulgadas cuadradas. El sweetspot -superficie útil de golpeo- está condicionado por el área de marco. De ello se infiere que las raquetas con un área más grande también poseen un punto dulce mayor y permiten una menor cantidad de errores. Las raquetas con un área de marco mayor cuentan con cuerdas más largas que proporcionan un golpeo más suave ya que por tracción mecánica son capaces de estirarse más. Ello también proporciona mayor potencia en el golpeo. Sin embargo, aquellos jugadores que aprecian un golpeo seco renuncian a aumentar el área de marco; prefieren raquetas con áreas menores. Además, el área de marco afecta también a la posición del sweetspot. En las raquetas de cabeza pequeña, la zona útil de golpeo tiende a estar más arriba. Es importante averiguar dónde está tu punto dulce y así determinar si aumentar el área de marco incidirá positivamente en tu modo de jugar o no. Si desplazamos transversalmente las cuerdas desde su zona de descanso observaremos unas hendiduras en las cuerdas sobre las que descansan; cuanto más profundas sean las hendiduras más cerca estaremos del punto dulce.

RIGIDEZ: La rigidez o flexibilidad de una raqueta determinarán la potencia que la misma sea capaz de proporcionar. Una raqueta muy flexible es menos potente ya que el marco tiende a vencer hacia atrás en el instante del impacto. Por consiguiente, una raqueta más rígida genera mayor potencia. Algunos jugadores presuponen que la potencia les restará control. Y por ello eligen raquetas más flexibles, más confortables. La rigidez, además de potencia, confiere control direccional. De esto se deduce que las raquetas más rígidas proporcionarán potencia y control. Sin embargo, es cierto que la rigidez es un parámetro que hará aumentar las vibraciones que la raqueta transmite al brazo del jugador, lo que puede conllevar a una lesión debido a la elección de una raqueta inadecuada.

LONGITUD: La longitud estándar de una raqueta es de 68,5 cm. Esta cifra se obtiene al medirla desde la base del puño hasta la punta de la cabeza. Una mayor longitud de la raqueta proporciona mayor velocidad angular en el lugar del impacto. Ello confiere a la bola una mayor potencia. Así mismo, una raqueta más larga proporciona más alcance, de modo que un jugador cubrirá más superficie de pista y alcanzará mayor número de bolas con el mismo esfuerzo. Las raquetas largas conceden, además, la posibilidad de generar más efectos en la pelota. Pero una mayor longitud de la raqueta también tiene su lado negativo. Hemos hablado de mayor potencia en el golpeo, pero posiblemente esa virtud penalice nuestra capacidad de controlar la bola. A ello añadiremos que una raqueta más larga es más difícil de mover porque el peso de la misma está más alejado de la mano. Si somos incapaces de imprimir la misma velocidad de swing la cabeza de la raqueta viajará más despacio y consiguientemente, tras el impacto, la bola irá más lenta. Una menor manejabilidad restará capacidad también en la bolea. Los golpes cercanos al cuerpo serán, del mismo modo, más complicados de gestionar.

PATRÓN: Se trata del numero de cuerdas verticales y horizontales que conforman el tamiz. El patrón será cerrado si el espacio entre cuerdas es pequeño y abierto si este es grande. El patrón condicionara el juego del tenista ya que si este es abierto la raqueta generará más potencia, será capaz de transmitir más efectos a la bola y proporcionara una sensación de confort al jugador. La vida media de un encordado de patrón abierto es menor que la de un patrón cerrado.

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